El ojo avizor
No esperes mendigar aquellas sobras,
las que otros han dejado abandonadas,
más bien espera poco de las obras,
que se dieron al fin por terminadas.
Espera ver por fin si es que recobras,
aquellas joyas tuyas tan preciadas,
o si son las miradas de las cobras,
que hielan la señal de tus pisadas.
Son siempre las mentiras desalmadas,
de aquel que las esconde en «florecillas»,
sabiendo que serán consideradas.
A veces las verdades son sencillas,
y a veces nos parecen complicadas,
si van con las mentiras a hurtadillas.
18/9/17 j.ll.folch
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Los pelos de punta!!
Y eso que el peluquero se fue de varanda…
Abrazo