En femenino
No esperes tras tu engaño refugiarte,
ni en alcanzar la gloria deseada,
después de ver nacer la madrugada,
vendrá tu propio tiempo a secuestrarte.
No has de esperar que vengan a salvarte,
aquellos que dejaste en la estacada,
espera sin embargo que la nada,
sea tu compañera al encontrarte.
Tal vez resurgirán nuevas auroras,
allí donde dejaste tu pisada,
cerca de ese rosal viejo que adoras.
Tal vez atenderán a tu llamada,
aquellos que de vez en cuando imploras,
después de suplicar ser perdonada.
11/12/17 j.ll.folch
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