El juego
Prefiero descontar de lo que debo,
las cartas de la ausencia abandonadas,
prefiero no contar desde la nada,
y acumular el bien que da el placebo.
Mas quiero yo abusar de lo que bebo,
el vino de la gloria en madrugada,
y mantener mi vida dispensada,
del anzuelo al cargarle todo el cebo.
¿Qué puede suceder si un trago amargo,
estigma, en mi es señal de mala vida
al despertar de un sueño, de un letargo?
Yo apostaré mañana en tu partida,
los dados serán todo y sin embargo,
si hay premio será suerte merecida.
22/4/19 j.ll.folch
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