El elegido
Esfuérzate en tenerlo bien presente,
el precio que pagar por haber sido.
Date por satisfecho, he inmerecido
el premio por no haber estado ausente.
Mas piensa que es del todo consecuente,
aquel que ante el temor de ser vendido
se fue volatizando, se hizo olvido,
renunció a la certeza en si evidente.
Plantéate s i ha sido inmerecido,
ser el chivo expiatorio de un fracaso,
pagar la cuenta de otro que ha bebido.
Y ahora te pregunto, por si acaso,
si te merece ser el elegido,
que pronto irá borrándose en su ocaso.
31/10/19 j.ll.folch

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.