Llama de cera
Del fondo del salón surge una sombra,
y un poco más allá la fe baldía,
se conoce quien es, y nadie nombra,
palidece la luz, termina el día.
Hay pasos que enmudecen en la alfombra,
y risas que se apagan, desafía
un silencio también que a nadie asombra,
su presencia sin fin ni su valía.
Con la calma total lo demás sobra
no vale dignidad, ni tan siquiera
la más perfecta y más justa maniobra.
Al fondo del salón todo recobra
sentido y proporción, llama de cera
que en pleno atardecer entra en zozobra.
16/1/22 j.ll.folch

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