Manchó la libertad tantos espejos,
los del poder, que el tiempo ha abandonado,
buscó la dignidad, mas a lo lejos
se perdió en horizontes del pasado.
Halló el improperio, y en sus consejos
el vacío encontró, y acomplejado
se oculto en madriguera, entre conejos,
aquel que ante ayer fuera muy alabado.
Y hoy nos dice adiós, mas nosotros vamos
a un funeral, de paja hecho excremento,
siempre es así el final de nuestros amos.
No tiene desperdicio ese momento,
al pasar el ataúd todos callamos,
no era empatía y si toma de aliento.
24/10/23 j.ll.folch
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